Agentes de la Guardia Civil del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de Tortosa (Tarragona), ha tomado declaración como investigado a un varón de 67 años, vecino de la localidad de Godall, como presunto autor de un delito contra la Fauna, la Flora y los animales domésticos, por el empleo de pastillas rodenticidas (raticida), en un coto privado de caza situado en el término municipal de dicha localidad, con la finalidad de dar muertes a la fauna silvestre y domestica de forma indiscriminada.
La investigación de estos hechos se iniciaron a principios del mes de junio, cuando agentes del SEPRONA localizaron varias pastillas de rodenticidas repartidas por varios lugares de un terreno rural abierto del término municipal de Godall, algunas de ellas estratégicamente colocadas en zonas habituales de paso de conejos. Tras estos hallazgos, por parte de los agentes de la Guardia Civil se establecieron varios operativos encaminados a la localización del supuesto autor de los hechos.
El dispositivo policial dio sus frutos el pasado domingo cuando, en el coto de caza de Godall, se procedió a identificar a una persona y a inspeccionar su vehículo, descubriendo en su interior 248 pastillas de rodenticida ocultas bajo el asiento del copiloto. Tras preguntarle por el motivo de transportar dicha cantidad de veneno, no aportó ninguna contestación coherente del motivo.
Los Guardias Civiles del SEPRONA iniciaron entonces una inspección exhaustiva de la zona, descubriendo como recientemente se habían colocado 80 pastillas de rodenticida en 13 ubicaciones diferentes, con un color, apariencia y morfología idéntica a las localizadas en el interior del vehículo.
Por dicho motivo, se tomó declaración en calidad de investigado a la persona conductora del vehículo, por la supuesta comisión de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, dando cuenta de las actuaciones al juzgado en funciones de guardia de Amposta y a la fiscalía de Medio Ambiente.
El uso de venenos colocados indiscriminadamente en terrenos abiertos afecta gravemente a la fauna silvestre y doméstica y, puede suponer un grave riesgo para la salud pública, ya que podría dar lugar a una cadena de envenenamiento secundaria cuyos efectos podrían ser terribles por las consecuencias masivas, indiscriminadas y no se lectivas que el veneno tiene en la naturaleza.
La investigación de estos hechos se iniciaron a principios del mes de junio, cuando agentes del SEPRONA localizaron varias pastillas de rodenticidas repartidas por varios lugares de un terreno rural abierto del término municipal de Godall, algunas de ellas estratégicamente colocadas en zonas habituales de paso de conejos. Tras estos hallazgos, por parte de los agentes de la Guardia Civil se establecieron varios operativos encaminados a la localización del supuesto autor de los hechos.
El dispositivo policial dio sus frutos el pasado domingo cuando, en el coto de caza de Godall, se procedió a identificar a una persona y a inspeccionar su vehículo, descubriendo en su interior 248 pastillas de rodenticida ocultas bajo el asiento del copiloto. Tras preguntarle por el motivo de transportar dicha cantidad de veneno, no aportó ninguna contestación coherente del motivo.
Los Guardias Civiles del SEPRONA iniciaron entonces una inspección exhaustiva de la zona, descubriendo como recientemente se habían colocado 80 pastillas de rodenticida en 13 ubicaciones diferentes, con un color, apariencia y morfología idéntica a las localizadas en el interior del vehículo.
Por dicho motivo, se tomó declaración en calidad de investigado a la persona conductora del vehículo, por la supuesta comisión de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, dando cuenta de las actuaciones al juzgado en funciones de guardia de Amposta y a la fiscalía de Medio Ambiente.
El uso de venenos colocados indiscriminadamente en terrenos abiertos afecta gravemente a la fauna silvestre y doméstica y, puede suponer un grave riesgo para la salud pública, ya que podría dar lugar a una cadena de envenenamiento secundaria cuyos efectos podrían ser terribles por las consecuencias masivas, indiscriminadas y no se lectivas que el veneno tiene en la naturaleza.